lunes, 14 de junio de 2010

REALIDAD SOCIALES




















































Escuela Secundaria Técnica #33
Historia
V Bloque
“Realidades sociales”











Profesor Juan Pablo Ronquillo.
Ciclo escolar 2009-2010
Generación 2007~2010
3º H
-Itxayana Martínez Granado
-Paulina Piñón Espinoza
-Liliana Guerrero Cabral
-Nicole Stephanie Esquivel Cuellar
-Vasti Godina Lujan









Política de población, el control de la natalidad y la migración.
La población en México experimento un crecimiento impresionante durante la segunda mitad del siglo XX, producto entre otros factores del desarrollo industrial, el proceso de urbanización y el aumento de los índices de natalidad y la disminución de los de mortalidad.









El gobierno mexicano, durante la década de los setenta, empezó a plantear una política de población fundamentada básicamente en programas de planificación familiar. La creación del Consejo Nacional de Población (CONAPO), la promulgación de la Ley de Población y la operación de servicios de planificación por las instituciones gubernamentales de salud, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el ISSSTE y la Secretaria de Salubridad y Asistencia (SSA), son parte de estas acciones.

En la planificación familiar los avances fueron muy significativos, ya que su cobertura pasó de 30% de las mujeres en edad fértil en 1976 a casi 71% en el año 2000. Se avanzo en la concepción de la planificación familiar como parte de la salud reproductiva a considerarla un derecho, y se integran en los denominados derechos reproductivos. La planificación familiar ocupo un lugar central en las políticas de población del gobierno mexicano, abarca 73% de las mujeres en edad fértil, mientras en las segundas este porcentaje es tan solo de alrededor de 53%.



Expansión urbana y marginación.
A lo largo del siglo XX en nuestro país se produjo un proceso de expansión urbana, como producto de los procesos de migración interna, la industrialización y la urbanización.
El crecimiento de las ciudades fue produciendo fenómenos de marginación urbana, ya que muchos de los nuevos asentamientos se realizaban sobre terrenos irregulares que carecían de servicios urbanos. Estos asentamientos representaban las únicas posibilidades de vivienda a las que podían acceder quienes llegaban a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, las cuales en ocasiones no se alcanzaban. La falta de servicios, los bajos salarios que recibían, los problemas de desempleo, las familias numerosas, los bajos niveles educativos, entre otros factores, se conjuntaron para crear un fenómeno de pobreza urbana, a veces tan alarmante como el que se vive en las comunidades rurales.
La expansión urbana produjo procesos de marginación social.
Otra consecuencia que produce la marginación social, es el deterioro del medio ambiente, ya que el desarrollo urbano implica también uso de tecnología, de complejos industriales, prácticas individuales anti ambientales y acumulación de basura.








Reformas a la propiedad ejidal.
En enero de 1992 el Congreso de la Unión aprobó la iniciativa enviada por el Ejecutivo para reformar el artículo 27 constitucional. Los cambios más significativos que arrojo la reforma en cuestión son:
-Fin al reparto agrario
-Posibilidad de asociación entre ejidatarios e inversionistas privados y de enajenación de tierras ante instituciones de crédito para obtener recursos económicos.
-Se otorgaron títulos de propiedad definitiva.
A pesar de estos cambios y los programas de apoyo al campo, siguen persistiendo grandes desigualdades entre las zonas agrarias del país.
Las reformas al artículo 27 provocaron un gran desacuerdo social, agrupaciones campesinas se inconformaron a través del llamado Plan de Anenecuilco y el sentir generalizado era la preocupación por que miles de familias campesinas serian expulsadas, ejidatarios empobrecidos terminarían vendiendo sus parcelas y los jornaleros se empobrecerían aun mas.
Finalmente si se le puso fin a las formas de propiedad colectivo-ejidales, con el propósito real de incorporar el enorme volumen de tierra a las leyes del libre mercado, lo cual significo mas miseria para millones de mexicanos.


Masificación de la educación y servicios de salud.
Educación y salud son derechos fundamentales que posibilitan mejores condiciones de vida y son la base del desarrollo económico y social de las sociedades contemporáneas.
En México durante el siglo XX se llevo a cabo un proceso continuo de ampliación de los servicios educativos y de salud, aunque todavía falta mucho por hacer para consolidar una educación y servicios de salud de calidad que lleguen a todas las personas sin distinción. En 1978, 45% de los mexicanos no tenía acceso a ningún tipo de atención médica gratuita mientras que 16.6% de la población era analfabeta. Con las crisis económicas de los años ochenta, el estado redujo aun más el presupuesto dedicado a la educación y a la salud pública. Entre 1980 y 2000 las instituciones de gobierno encargadas de ofrecer estos beneficios llevaron a cabo importantes esfuerzos para que los mexicanos pudieran hacer valer su derecho constitucional a gozar de estos servicios.
Los problemas relacionados con la educación y la salud en México no solo eran financieros, muchos niños y jóvenes abandonaban la escuela para dedicarse a trabajar y ayudar a sus padres con los gastos familiares; por otra parte las causas de mortalidad más frecuentes en el país eran la diarrea, las infecciones respiratorias o la desnutrición.
En los años ochenta la secretaría de salubridad y asistencia emprendió importantes reformas: descentralizo los servicios de salubridad, promovió la participación de las comunidades en el cuidado de la salud, incremento el número de campañas de vacunación de promoción del uso preservativo para prevenir el contagio de VIH.
Así mismo dicha dependencia gubernamental impulso campañas de educación de temas de salud preventiva y nutrición.
Todavía a principios del siglo XXI no todos los mexicanos pueden hacer valer su derecho a la salud; La insuficiencia de hospitales y centros de salud así como los escasos recursos para comprar medicamentos, son solo algunos de los problemas que afectan a muchos mexicanos que acuden a las instituciones de salud pública.
En cuanto al sistema educativo, la secretaria de educación pública (SEP), promovió las opciones de educación técnica y de educación a distancia. El estado asumió la responsabilidad de impartir educación preescolar, primaria y secundaria obligatoria para todos los mexicanos; Sin embargo aun no se crean las condiciones sociales necesarias para que los niños y jóvenes continúen sus estudios: muchos aun abandonan la escuela por razones económicas y/o familiares.
Desde los años setenta la matricula de las primarias, secundarias, preparatorias e incluso universidades públicas se incremento; sin embargo la masificación de la educación no ha sido sinónimo de alto rendimiento académico, si bien muchos mexicanos reciben clases en dichas instituciones la calidad de algunas es deficiente.
Actualmente la demanda educativa aun rebasa a la oferta de instituciones que la imparten de manera gratuita: el acceso a la educación es limitado para muchos sectores de la sociedad, como los grupos indígenas, y a los habitantes de ciertas regiones rurales y urbanas.

Movimientos de participación ciudadana y de derechos humanos.

Se habla del desarrollo de una sociedad civil desde la década de los setenta. La defensa de los derechos humanos y el desarrollo comunitario fueron las primeras banderas enarboladas por los grupos de la sociedad civil.
En los ochenta y noventa, aparecieron movimientos y asociaciones cívicas en defensa y promoción de la democracia, así como una serie de organizaciones influidas por los movimientos que emergían en otras partes del planeta como: el feminismo, el ecologismo, la lucha por la aceptación e integración de los homosexuales, los derechos humanos.
Algunos movimientos ciudadanos se ven influidos por movimientos globales.
Se crearon instituciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Federal Electoral (IFE), hoy cada vez más jóvenes se integran a organizaciones civiles y desde ahí trabajan en pro de un México mejor.



Respuestas al sismo de 1985.
El 19 de Septiembre de 1985, el día que un fuerte sismo sacudió la Ciudad de México dejando una estela de destrucción. El terremoto de ese día y la réplica del siguiente día produjeron un efecto espontaneo de organización y solidaridad entre la población mexicana, la cual mostro altos valores éticos, ya que se dejaron a un lado los intereses económicos y políticos, para concentrarse en las tareas de rescate, apoyo y reconstrucción.
La movilización y organización de grandes grupos de ciudadanos, que rebaso la acción realizada por las autoridades, era una muestra de la madurez de la sociedad mexicana para actuar en forma independiente.
La población civil se organizó improvisando estaciones de auxilio. La gente que podía donaba artículos y contribuía como le fue posible al esfuerzo de recuperación; esto incluyó mover piedras a mano, regalar linternas, cascos de protección, etcétera. Automóviles civiles se tornaron en vehículos de auxilio. Líneas de personas movían medicamentos para ser inspeccionados y posteriormente ser suministrados.
Las primeras acciones organizadas fueron realizadas por los grupos scouts de las localidades afectadas, mismas que fueron sostenidas durante varios meses con la atención de damnificados. Cruces dibujadas con un color rojo sobre papel eran suficientes para identificar personal o locales de auxilio. Fue notoria la ausencia de una respuesta inmediata y coordinada de parte del gobierno de Miguel de la Madrid.

El propio presidente demoró tres días en dirigirse a la nación y tomó otro tanto en comprender la magnitud de la desgracia.
Debido a la falta y la tardanza de acciones por parte del gobierno federal, la población civil tomó en sus manos las labores de rescate. Eso implicó la auto-organización de brigadas, reforzadas especialmente por estudiantes de las carreras de medicina, ingeniería y ciencias. La UNAM, a pesar de no haberse visto afectada directamente, cerró sus puertas una semana suspendiendo clases para que los universitarios que así lo desearan pudieran integrase a las brigadas de rescate y ayuda. También fue notable el hecho de que la policía y el ejército tardaron en hacer presencia y su labor inicial se limitó a "resguardar" los edificios destruidos.


















La desigualdad económica y social.
El término desigualdad social se refiere a una situación socioeconómica, no necesariamente jurídica. La acción de dar un trato diferente a personas entre las que existen desigualdades sociales, se llama discriminación. Esta discriminación puede ser positiva o negativa, según vaya en beneficio o perjuicio de un determinado grupo. La desigualdad es el trato desigual o discriminatorio de un individuo hacia otro debido a su posición social, económica, religiosas, sexo, raza, entre otros. La desigualdad o discriminación no obtiene relevancia social hasta que no hallan principios o derechos fundamentales a la igualdad. Las minorías sociales son las mas que sufren trato desigual. Las grandes entidades o grupos usan el discrimen para mantener control de los pequeños grupos. Esto se ve mayormente en el área de la política y la religión donde estos aíslan a los grupos minoritarios para así seguir controlando y acaparando ciertas áreas de la sociedad.

La desigualdad de ingreso o desigualdad económica comprende todas las disparidades en la distribución de bienes e ingresos económicos. El término se refiere normalmente a la desigualdad entre individuos y grupos al interior de una sociedad, pero también se puede referir a la desigualdad entre países.
La desigualdad económica está relacionada con la idea de igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados. Tanto en términos utilitarios como ético-morales, existe polémica por determinar si la existencia de la desigualdad económica es un fenómeno positivo o negativo. La desigualdad de ingreso ha existido en un amplio rango de sociedades y períodos históricos. Su naturaleza, causa e importancia están abiertas a debate. La estructura o el sistema económico de un país (por ejemplo, capitalismo o socialismo), guerras en curso o pasadas y las diferencias en las habilidades de los individuos para crear riqueza se encuentran involucradas en la creación de la desigualdad económica.


Tras varios años de reforma y estrategias económicas, uno de los saldos negativos es su nulo impacto social. La desigualdad y la pobreza siguen siendo dos de los más graves problemas en México, lo que se traduce en inequidad de oportunidades sociales entre la población.
La brecha entre los sectores más ricos de la población y los más pobres se ha acrecentado durante las últimas décadas; las tasas de desempleo no se han reducido y el empleo informal ha aumentado; los salarios reales se han deteriorado, especialmente aquellos de los trabajadores de menor calificación; el número de miembros ocupados por familia se elevo como una estrategia de sobrevivencia, lo mismo que el numero de emigrantes que buscan fuera del país mejores oportunidades de vida.